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Al grano, mucho se habla del Autoconsumo Colectivo pero nadie explica bien cómo funciona y quién puede adherirse. Como en Aldea somos conscientes de que es complejo entenderlo, vamos a verlo con un ejemplo de una historia real.

Juan vive en un bloque de viviendas de un municipio cualquiera. Su hermana Elena, vive a dos manzanas en otro edificio. En la comunidad de Elena, derivado de la situación energética y que tienen una cubierta grande y que no utilizan para nada, algunos vecinos han propuesto realizar una instalación de autoconsumo colectivo. En total son 100 suministros (vecinos) entre viviendas y bajos comerciales, pero no todos quieren participar y finalmente van a adherirse la mitad.

La comunidad de Elena contactó con Aldea Energy para solicitar una propuesta. Aldea ha estudiado la cubierta y parece que es ideal para una instalación de autoconsumo colectivo. Gracias a Aldea pueden ahorrarse entre un 30% y un 70% de su factura, dependiendo de la modalidad.

Aldea ha dado la posibilidad a cada vecino de comprar su coeficiente o usarlo con una suscripción, lo cual es muy ventajoso pues hay algunos vecinos que no se sienten cómodos realizando una inversión.

Finalmente van a adherirse y tener coeficiente unos 50 suministros de la comunidad. Algunos son bajos comerciales y otros son viviendas. Unos tendrán el coeficiente en propiedad y otros han optado por la suscripción. En total van a autoconsumir la mitad de lo que produzca la instalación.

Como todavía no se habrá repartido el total de la energía, Aldea ha dicho a los vecinos que pueden comentar a conocidos que vivan cerca la posibilidad de adherirse también.

Elena enseguida ha llamado a Juan para darle la opción y este ha llamado rápidamente a Aldea para poder participar y tener su coeficiente.

Tras hablar con Aldea, Juan podrá suscribirse y obtener energía de algunos paneles para disfrutar de autoconsumo en su casa, ya que su vivienda se encuentra a escasos 300 metros del bloque de edificios de Elena. Es decir, ¡Juan va a beneficiarse del autoconsumo sin inversión y sin tejado!

Pues bien, este sería un claro ejemplo de autoconsumo colectivo. Algunos también lo llaman comunidad energética. En cualquier caso, espero no haberos confundido más, sino todo lo contrario.

Si tenéis dudas o queréis preguntarnos algo, estamos a vuestra disposición aquí.